Recientes estudios realizados en ríos de la zona central de Chile evidenciaron la presencia de distintos compuestos químicos propios de los medicamentos que están afectando negativamente a nuestro ecosistema.

Se presume que los restos de estos (pastillas, jarabes, pomadas o cápsulas) están llegando a los cursos de agua y suelos debido a su eliminación por desagüe (inodoro y lavamanos) dado que en nuestro país no existen normativas que aseguren una correcta eliminación de fármacos, sobre todo a nivel domiciliario.

En detalle, el estudio Contaminación farmacéutica de los ríos del mundo -publicado en 2021 por más de 120 investigadores de todo el mundo- examinó los principios activos de 258 ríos de 104 países, concluyendo que “la exposición ambiental a principios activos de fármacos puede tener efectos negativos en la salud de los ecosistemas y de los seres humanos”.

Este trabajo reveló que el río Mapocho, en Santiago, posee una concentración de 4 microgramos de fármacos por litro (ng/l), presentando restos de antibióticos, analgésicos, antihistamínicos, antidepresivos y betabloqueadores (indicados para la presión arterial), similar a las cifras de los europeos Danubio y Támesis.

¿Qué hacer frente a este panorama? Es importante que como sociedad tomemos conciencia de los efectos que nuestras acciones ocasionan en el medio ambiente. Para aquellas empresas que requieran gestionar de manera eficiente productos vencidos o en mal estado, en Hidronor contamos con el servicio de gestión de productos fuera de estándar, gracias al cual apoyamos a la industria con la correcta destrucción de productos fuera de especificación (como cosméticos, ropa y medicamentos vencidos).

En este proceso analizamos y evaluamos las mejores prácticas para la eliminación de cada producto, asegurando su destrucción total e inutilizando el producto mediante el traslado al depósito de seguridad.

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Fuente: País Circular